viernes, 28 de enero de 2011

Mi empleada, Ramona

Que semana de mierda que tuve. Tendría que dispararle a un par de pibitos a ver si se me pasa un poco la bronca. O a lo mejor incendiar un jardín de infantes. Bueno, no, que estamos en vacaciones y de seguro están vacíos. Mejor una colonia de vacaciones, en esa no fallaría.

Todo empezó cuando salí de laburar -por cierto, me pagan por ir a fiestas, para darle un poco de onda, de importancia, para que vaya gente... de hecho en la tarjeta de invitación suelen poner bien grande "ojo, viene el Osito, ¡sí, ese Osito, el Cool! ¡No es imposible, podemos pagarlo!"-, me subo a mi Porsche y agarro por la avenida a 180 kph, ¿no?, todo muy normal, todo como de costumbre.

Me cansé de escuchar el CD que AC/DC me dedicó (que solo tengo yo), me agacho para sacarlo, y no va que cruzo un semáforo en rojo y siento un golpe en el parabrisas. Freno rezándole a Dios que sea un nene y no, ¡era una negra fea con cuerpo de hombre! ¡La muy hija de puta seguro que en el momento que vió venir el auto (si es que lo vió, seguramente estaba ocupada rascándose o sacándose una pulga), pensó "voy a demandarlo, voy a hacer que me duele el cuello"!

Me di cuenta de que tenía que deshacerme de la evidencia (¡mua ja ja!), así que metí reversa y me la atropellé de lleno, ¡la rueda le pasó por encima de la cabeza! =D. -"Listo, Osito libre"- pensé... ¡pero la muy conchuda todavía se movía! ¡¡¡AAAAHHHHAHAHAHAHHHHHAAA!!! -"No, no puede ser"-, así que la pisé de nuevo... y otra vez... y una vez más... bajé del auto con el matafuegos y empecé a darle en la cabeza -"¡pero morite de una vez, hija de puta, ¿por qué no te morís y ya está?!" - "¡disculpe, perdón por su auto, perdón!"- gritaba la muy mugrosa -"¡¿perdón?! ¡ESTA PERDÓN! ¡MORITE, LA CONCHA DE TU MADRE, MORITE!"-...

Pero no murió, no señor... tuve que darle trabajo y un choripan. La contraté para que me limpie la casa... ya estoy empezando a odiarla, tengo unas ganas de romperle el orto a patadas que... lo hago, siempre que puedo, la re contra re cago a golpes, por hija de puta, ¡ni un moretón, ni un cortecito! ¡NADA! ¡No le pasó nada!, pero para que no me denuncien, ahora tengo que soportarla.

Esta se la saqué cuando
entraba a limpiar el baño.
Pensó que la cámara iba
a absorberle el alma...

Tiene como cuarenta hijitos, ¿qué está pasando? ¿El mundo se volvió loco? ¿A quién se le ocurrió que tantos hijos está bien? ¡¿Tuvo decallizos la muy forra?!
No puedo concebir la idea de tener tantos hijos, no entiendo cómo todavía camina.

La otra semana aproveché que estaba ocupada planchando (por cierto, me quema toda la ropa) y le revisé la cartera... ¡pero la muy conchuda no me roba nada!, ¡ojalá lo hiciera, así podría echarla a la mierda con causa!

Lo peor es que a veces trae a un bebé asqueroso, baboso y sucio, dice que no tiene con quién dejarlo, ¡ah, claro, úsenle la casa al Osito como guardería! Lo peor es que no puedo hacerle nada, lo tiene todo el día en la espalda en un trapo todo mugroso, con hongos y olor a meo de gato y de pendejo.

Ah, ¡¿y el día que le pedí que me cocine?! Me daba miedo probar la comida, tenía un olor a chivo que me dio náuseas, la asquerosa seguro que se la frotó por la concha antes de servírmela... Dios, no quiero imaginar eso, debe tener más olor que un muerto y debe estar más abierta que un caldero de bruja. No entiendo cómo no se le infecta, debe tirarse insecticida y cura bichera... y ponerse cebos para cucarachas, hasta debe tener restos de bebés ahí.

La muy idiota hoy entró cantando el Carnavalito a los gritos, ¡con la migraña que tenía yo! Me levanté y le reboleé un martillo en el pie... debo admitir que disfruté mucho cuando se puso a llorar.



El Osito Cool
Conductor - Gasista matriculado
http://www.chicoscaquita.com.ar/